Entre las acciones ejecutadas en el país relacionadas con el enfrentamiento al cambio climático, sobresale el macroproyecto Escenarios de peligro y vulnerabilidad a partir del ascenso del nivel medio del mar para los años 2050 y 2100.
Cada una de las direcciones políticas y gubernamentales de los territorios se ha tomado bien en serio esta tarea, cuya coordinación fue encargada al CITMA. Cienfuegos, por su condición marinera, redobla esfuerzos en tal sentido. Sus expertos presentaron un completo estudio al Consejo Técnico Nacional.
La doctora en Ciencias Neice Hernández García, jefa del Grupo Provincial de Estudios de Peligros, Vulnerabilidad y Riesgos, considera que lo hecho «es la herramienta más completa para el perfeccionamiento del ordenamiento ambiental y territorial, desde el punto de vista científico y organizativo».
Las investigaciones del Grupo aportaron y son coincidentes con las evaluaciones de que los primeros en dañarse, en un posible escenario de ascenso del nivel del mar, serían los barrios bajos de la ciudad, explica el científico Roberto Gómez Brito.
Gómez agrega que, según los estimados, tendrían perjuicios, además, zonas no elevadas de algunos municipios.
A tenor con lo arrojado por los análisis, ya fue retirado un asentamiento completo desde la playa hasta una zona más elevada: el de Yaguanabo, con construcciones nuevas y resistentes al embate de huracanes. Está situado en Cumanayagua.
La cartografía de este mapa de vulnerabilidades asociadas a los fenómenos hidrometeorológicos es solo uno de los disímiles carriles por los cuales transita una labor coordinada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medioambiente (CITMA), pero rectorada por el Partido y el Gobierno, en la cual participan
todos los organismos sin excepción.
DETERMINAR PRIORIDADES PARA MINIMIZAR IMPACTOS
«Ha sido ardua la tarea de búsqueda de información, pues pocas bases de datos estaban digitalizadas; en el caso de Recursos Hidráulicos hubo que digitalizar los índices pluviométricos de treinta años: estamos hablando de unos 250 mil registros», ejemplifica Gómez Brito.
La Defensa Civil, de inestimable apoyo, colaboró mucho en todos los frentes mediante su información histórica, afirma la jefa del Grupo Provincial de Estudios de Peligros, Vulnerabilidad y Riesgos.
«Como Cienfuegos estructuró sus estudios de vulnerabilidad, lo más importante ahora es que cada Organismo de la Administración Central del Estado (OACE) los emplee para actualizar los Planes de Prevención de Desastres y hacer los llamados planes de adaptación al cambio climático, determinar las prioridades a emprender para minimizar en el tiempo los impactos», dice.
Tomando en consideración los análisis ejecutados, ya cada uno de los OACE posee una línea de acción que debe contemplar, entre otras vertientes, reformulaciones en el ciclo y espacio geográfico de los cultivos; la adecuada planificación del proceso inversionista; mantenimiento de las redes técnicas, hidráulicas, eléctricas¼
El equipo de Deslizamiento, por su parte, concibió un sistema de información geográfica que brinda el conocimiento necesario para cuando exista un fenómeno extremo saber hacia dónde desplazar la atención y los asentamientos a proteger.
Ello permite economizar recursos. Antes había que evacuar sin una certeza de la dimensión de cada posible afectación, abunda el geólogo.
Ya Cienfuegos posee varias investigaciones terminadas, en las distintas ramas, acorde con el cronograma nacional. Pero no son página cerrada —hemos actualizado tres veces cada uno de los análisis en las distintas esferas porque hay detalles que se van corrigiendo con la práctica—. Estos estudios son un verdadero trabajo en construcción, estima la Doctora en Ciencias.
Tomado de Adaptación al cambio climático: Prevención en la Perla del Sur
Foto tomada de Internet
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